Cada día el calendario litúrgico de la Iglesia católica recuerda a diferentes santos y beatos. El 2 de septiembre no es la excepción, ya que se conmemoran varias figuras religiosas que dejaron huella en la historia del cristianismo.
Santoral del 2 de septiembre
Según el Martirologio Romano, el 2 de septiembre se celebra a los siguientes santos:
Santa Dorotea de Montau: mística alemana del siglo XIV que vivió como reclusa en una celda junto a la catedral de Marienwerder, entregando su vida a la oración. Dorotea de Montau, nacida en 1347 en la actual Polonia, creció en un hogar profundamente piadoso y desde niña mostró inclinaciones espirituales que sus hermanos desoyeron, casándola con un fabricante de armas. Su vida matrimonial estuvo marcada por el sufrimiento: un esposo hostil a su fe, los golpes, las privaciones y la temprana muerte de casi todos sus hijos. Sin embargo, Dorotea supo transformar el dolor en oración, ayuno y entrega a los pobres, hasta lograr incluso la conversión de su marido antes de que este falleciera.
Tras quedar viuda, abrazó una vida aún más radical de pobreza y penitencia, lo que despertó incomprensión entre sus vecinos. Sus éxtasis místicos, sus prolongadas oraciones y el deseo de recibir la Eucaristía cada día fueron vistos con sospecha y la llevaron a ser acusada injustamente de brujería. Dorotea, firme en su fe, no temió declararse dispuesta a morir en la hoguera antes que renegar de Cristo. La intervención de su confesor, que reconoció en ella las mismas gracias místicas de santas como Brígida de Suecia, la libró de la condena.
Perseguida pero nunca vencida, en 1393 pidió permiso para recluirse en una celda anexa a la catedral de Kwidzyn, donde permaneció en silencio, oración y penitencia. Por una pequeña ventana recibía la comunión diaria, y por otra ofrecía consejo y consuelo a quienes acudían de lejos a buscarla. Allí, entregada por completo a Dios y al servicio de los necesitados, Dorotea pasó los últimos meses de su vida hasta su muerte en 1394, dejando el ejemplo luminoso de una mujer que, aun acusada de hechicería, brilló como verdadera esposa de Cristo.
San Antolín de Pamiers: mártir del siglo III, patrono de la ciudad de Palencia, donde se conserva la cripta de San Antolín en su catedral.
San Guillermo de Roskilde: obispo de Dinamarca del siglo XI, recordado por su espíritu conciliador y su defensa de los pobres.San Justo de Lyon: obispo francés del siglo IV, célebre por su participación en el Concilio de Antioquía y por su vida de servicio.
Beato Apolinar Franco: sacerdote jesuita español, misionero en Japón, martirizado en Nagasaki en 1622.
El santoral: una tradición diaria
El santoral católico sirve como guía espiritual para millones de fieles, que encuentran en la vida de los santos modelos de fe y ejemplos a seguir. Además, muchas personas celebran en estas fechas su onomástica, el día del año en que se conmemora al santo cuyo nombre llevan.